Como cualquier niño de su edad Julio siempre había querido una bicicleta, un balón de fútbol y un camión de bomberos con muchas luces y que hiciera un montón de ruiditos, pero siempre acababa sumido en el desengaño de quien nunca ve cumplidos sus sueños.
Esto ocurrió hasta los 9 años, edad en la que se dio cuenta de todo. Sus sueños siempre se les cumplían a otras personas. El había sido uno de los elegidos, era un Creador de Sueños. Diseñaba bonitos sueños para que fueran deseos de gente sin fortuna.
Desde entonces ya no sueña de memoria.
Texto inspirado en el libro 'La fabrica Cretor' de Patricia Garcia-Rojo
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